Aristóteles

Aristóteles (384-322 a.C.) nace en Estagira, una pequeña ciudad de Macedonia, razón por la cual fue conocido como "el Estagirita". Hijo de Nicómaco, médico personal del rey Amintas III de Macedonia, Aristóteles creció en un ambiente próximo al poder real macedonio. Esta conexión familiar con la corte macedónica influyó en su posterior relación con Filipo II y su hijo Alejandro Magno.

Formación en la Academia platónica

A los diecisiete años, Aristóteles viajó a Atenas para ingresar en la Academia de Platón, donde permaneció durante veinte años como discípulo y posteriormente como maestro. Durante este período desarrolló su formación filosófica, aunque gradualmente fue distanciándose del idealismo platónico para desarrollar un pensamiento más empirista y realista.

La muerte de Platón en el 348 a.C. marcó un momento decisivo en la vida de Aristóteles. Cuando Espeusipo, sobrino de Platón, fue elegido para dirigir la Academia en lugar de él, Aristóteles decidió abandonar Atenas. Esta decisión estuvo motivada tanto por razones intelectuales como por las crecientes tensiones políticas entre Atenas y Macedonia.

Años de viajes y madurez intelectual

Tras abandonar la Academia, Aristóteles se trasladó a Atarneo, en Asia Menor, invitado por Hermias, tirano de la ciudad y antiguo condiscípulo suyo. Allí fundó una escuela filosófica y contrajo matrimonio con Pitias, sobrina e hija adoptiva de Hermias. Posteriormente se estableció en Mitilene, en la isla de Lesbos, donde realizó importantes observaciones biológicas junto a Teofrasto.

En el año 343 a.C., Filipo II de Macedonia convocó a Aristóteles para que se encargara de la educación de su hijo Alejandro, entonces de trece años. Durante tres años fue tutor del futuro conquistador, inculcándole no solo conocimientos filosóficos y científicos, sino también el amor por la cultura griega que Alejandro extendería posteriormente por todo su imperio.

El Liceo y el sistema aristotélico

En el 335 a.C., Aristóteles regresó a Atenas y fundó su propia escuela filosófica en el Liceo, un gimnasio situado cerca del templo de Apolo Licio. A diferencia de la Academia platónica, el Liceo se caracterizaba por su enfoque más práctico y científico. Los discípulos de Aristóteles recibieron el nombre de "peripatéticos" porque solían caminar mientras discutían problemas filosóficos.

Durante los trece años que dirigió el Liceo, Aristóteles desarrolló un sistema filosófico comprehensivo que abarcaba todas las ramas del conocimiento humano. Clasificó las ciencias en teóricas (matemáticas, física, metafísica), prácticas (ética, política) y poéticas (retórica, poética), estableciendo las bases de la organización del saber occidental.

Contribuciones filosóficas y científicas

Aristóteles revolucionó la lógica creando el primer sistema formal de razonamiento con su teoría del silogismo. Su "Organon" estableció las reglas del pensamiento correcto que dominaron la lógica occidental durante más de dos milenios. En metafísica, desarrolló conceptos fundamentales como acto y potencia, sustancia y accidente, causa material, formal, eficiente y final.

Sus investigaciones científicas fueron extraordinariamente amplias. En biología, realizó detalladas observaciones de animales marinos, estableciendo una clasificación que perduró hasta el siglo XVIII. En física, aunque algunas de sus teorías fueron posteriormente refutadas, sentó las bases del método científico basado en la observación y la clasificación sistemática. Su "Política" y "Ética a Nicómaco" siguen siendo referencias fundamentales en filosofía práctica.

Últimos años y legado

Tras la muerte de Alejandro Magno en el 323 a.C., se desató en Atenas un sentimiento antimacedonio que puso en peligro la posición de Aristóteles. Acusado de impiedad, el filósofo decidió abandonar la ciudad, declarando que no permitiría que los atenienses "pecaran dos veces contra la filosofía" (en alusión a la muerte de Sócrates). Se retiró a Calcis, en Eubea, donde murió al año siguiente a los sesenta y dos años.

El legado de Aristóteles ha sido fundamental para el desarrollo de la civilización occidental. Sus obras, conservadas parcialmente, influyeron durante siglos en el pensamiento islámico, judío y cristiano. Santo Tomás de Aquino incorporó su filosofía al cristianismo, y su autoridad científica perduró hasta la revolución científica del siglo XVII. Considerado el último gran genio universal de la Antigüedad, Aristóteles estableció los fundamentos de múltiples disciplinas que aún conservan su validez.