Nereo
Nereo, conocido como el "Viejo del Mar", era una divinidad marina primordial venerada por su sabiduría profética y su naturaleza benevolente hacia los navegantes. Hijo de Ponto (el Mar) y Gea (la Tierra), Nereo precedía a Poseidón en el dominio de las aguas, representando el aspecto más tranquilo y beneficioso del océano. Con barba plateada como la espuma marina y capacidad de cambiar de forma a voluntad, habitaba en las profundidades marinas junto a sus cincuenta hijas, las Nereidas.
Nereo poseía el don de la profecía veraz y conocía todos los secretos del pasado, presente y futuro que las aguas guardaban. Los héroes y mortales lo buscaban para obtener consejos cruciales, aunque capturarlo requería gran astucia, pues solía transformarse en diversas formas marinas para escapar. Su palacio submarino era descrito como un lugar de incomparable belleza, construido con coral, perlas y oro, donde reinaba en paz con sus hijas ninfas. A diferencia de otros dioses marinos, Nereo nunca causaba tormentas o naufragios, siendo siempre protector de navegantes justos.
Mitos y leyendas
Heracles lo capturó durante su undécimo trabajo para descubrir la ubicación del jardín de las Hespérides. Nereo se transformó en fuego, agua y bestias feroces, pero el héroe lo mantuvo sujeto hasta que reveló el camino secreto. También ayudó a París a encontrar las tres diosas para el famoso juicio de la manzana dorada, y guió a muchos héroes en sus travesías marinas, convirtiéndose en símbolo de la sabiduría marina benevolente.