Ilitía / Uterina

Ilitía, la diosa de los partos y los nacimientos, presidía el momento más crucial en la vida de cualquier mortal: la transición del vientre materno al mundo exterior. Hija de Zeus y Hera, Ilitía poseía el poder divino de facilitar o complicar los alumbramientos según su voluntad, convirtiéndola en una de las divinidades más temidas y veneradas por las mujeres embarazadas. Su presencia determinaba si un parto sería rápido y seguro o prolongado y peligroso.

Ilitía controlaba no solo el momento preciso del nacimiento, sino también el destino del recién nacido, pudiendo bendecirlo con salud y fortaleza o marcarlo con debilidades congénitas. Las parteras la invocaban constantemente durante labores de parto difíciles, y las mujeres embarazadas le ofrecían sacrificios regulares durante toda la gestación. Su influencia se extendía también a los partos de animales domésticos, crucial para la supervivencia económica de comunidades rurales. Los templos dedicados a Ilitía servían como centros médicos primitivos donde las mujeres recibían cuidados durante el embarazo.

Mitos y leyendas

El mito más conocido narra cómo Hera, celosa del embarazo de Leto, ordenó a Ilitía impedir el nacimiento de Apolo y Artemisa. La diosa obedeció, manteniendo a Leto en trabajo de parto durante nueve días hasta que las otras divinidades sobornaron a Ilitía con un collar de oro y ámbar. También retrasó el nacimiento de Heracles para que su primo Euristeo naciera primero y se convirtiera en rey, cumpliendo así los planes vengativos de Hera contra otra amante de Zeus.