Iris

Iris, la mensajera alada de los dioses, personificaba el arco iris y servía como intermediaria entre el Olimpo y la humanidad. Hija de los titanes Taumante y Electra, hermana de las Harpías, Iris poseía alas doradas que le permitían viajar con la velocidad del viento, llevando los mensajes divinos a través del arco iris que conectaba cielo y tierra.

Como heraldo principal de Zeus y Hera, Iris desempeñaba un papel fundamental en la comunicación divina. Los dioses olímpicos la enviaban regularmente a buscar agua del río Estigia para los juramentos más sagrados, pues solo esta agua poseía el poder de hacer inquebrantables las promesas divinas. También transportaba las almas de los mortales al más allá cuando era necesario, guiándolas a través de su arco iris luminoso. Su presencia se manifestaba como un puente sagrado entre los mundos divino y mortal, conectando ambas realidades.

Mitos y leyendas

Durante la Guerra de Troya, Iris apareció frecuentemente como mensajera divina, transmitiendo las órdenes contradictorias de Zeus a los diversos bandos en conflicto. En el mito de Heracles, fue ella quien llevó el mensaje divino que finalmente permitió al héroe completar sus doce trabajos y alcanzar la inmortalidad. La tradición también cuenta que Iris guiaba a las almas puras hacia los Campos Elíseos, utilizando su arco iris como camino celestial para los justos tras la muerte, convirtiéndose así en psicopompo benevolente.