Fobo
Fobo, la personificación del miedo y el terror pánico, acompañaba a su padre Ares en todos los campos de batalla como heraldo del horror bélico. Hermano gemelo de Deimo (el pavor), Fobo inspiraba el terror más primitivo e irracional, ese miedo visceral que paraliza los músculos y nubla el juicio en momentos críticos. Representado como un guerrero de aspecto feroz con ojos llameantes y expresión aterradora, llevaba un escudo decorado con la cabeza de la Gorgona para multiplicar el espanto entre los enemigos.
Fobo no se limitaba a los campos de batalla, sino que también manifestaba su poder en terrores nocturnos, fobias inexplicables y esa sensación primordial de peligro que eriza la piel sin causa aparente. Los guerreros lo invocaban para infundir terror en las filas enemigas, mientras que los generales sabios realizaban sacrificios para proteger a sus tropas de su influencia paralizante. Su presencia convertía soldados valientes en cobardes temblorosos y transformaba batallas organizadas en huidas desordenadas y masacres sangrientas.
Mitos y leyendas
Durante la Guerra de Troya, Fobo apareció en los escudos de los héroes más temibles, multiplicando su efectividad psicológica contra enemigos aterrorizados. Aquiles llevaba su imagen grabada en su armadura divina, y Héctor invocaba su nombre antes de los combates más decisivos. En la Teogonía de Hesíodo, Fobo nace del encuentro entre Ares y Afrodita, simbolizando cómo la pasión guerrera puede generar tanto valor como terror extremo, dependiendo de en qué bando del conflicto uno se encuentre.