La sociedad en el AntÃguo Egipto estaba estructurada en muchos peldaños sociales, que partÃan desde el pilar central: el Faraón.
El faraón era el representante divino en La Tierra, y por tanto tenÃa parte en cualquier cuestión de estado, polÃtica, militar, social, económica o religiosa que se presentase.
A su vez, los sacerdotes podÃan llegar a alcanzar un poder muy importante, especialmente los de Ra, o la divinidad primaria de la localidad en la que se encontrasen.
Escribas, arquitectos, astrónomos y otros artistas también eran considerados como gente noble, muy por encima del pueblo, pues ayudaban a mejorar la gloria del imperio o a ordenar la cosmologÃa, cuestión que preocupaba enormemente a los egipcios, para quienes eran muy importantes la estabilidad del mundo y la trascendencia después de la muerte.