Tales de Mileto
Tales de Mileto (624-546 a.C.) nace en Mileto, próspera ciudad jónica situada en la costa occidental de Asia Menor. Considerado tradicionalmente el primer filósofo griego y fundador de la filosofía occidental, Tales pertenecía a una familia acomodada de origen fenicio que se había establecido en la región. Su posición social le permitió dedicarse tanto a los negocios como al estudio de la naturaleza.
Sabiduría práctica y actividades
Tales fue reconocido en su época no solo como pensador, sino también como hombre práctico capaz de aplicar sus conocimientos a situaciones concretas. Según relata Heródoto, predijo exitosamente un eclipse solar que tuvo lugar durante una batalla entre lidios y medos en el año 585 a.C., acontecimiento que puso fin al conflicto al ser interpretado como presagio divino.
Sus conocimientos astronómicos, aprendidos probablemente de los sacerdotes egipcios durante sus viajes, le permitieron también introducir en Grecia el cálculo del año de 365 días y dividir el año en estaciones. Aristóteles cuenta que, cansado de las burlas sobre la inutilidad de la filosofía, Tales demostró un año su capacidad práctica monopolizando las prensas de aceitunas y obteniendo grandes beneficios tras predecir una excelente cosecha.
El agua como principio fundamental
La contribución más revolucionaria de Tales al pensamiento humano fue su intento de explicar la naturaleza a partir de principios racionales en lugar de recurrir a explicaciones míticas. Propuso que el agua constituía el elemento primordial (arché) del cual procedían todas las cosas y al cual todo retornaba en un proceso natural de transformación.
Esta idea, aparentemente simple, representó un salto conceptual extraordinario: por primera vez en la historia del pensamiento occidental, alguien intentaba explicar la diversidad del mundo natural a partir de un principio material único y accesible a la razón. La elección del agua como elemento primordial no era arbitraria: Tales observó que la humedad era esencial para la vida, que los alimentos contenían agua y que el calor mismo necesitaba humedad para existir.
Conocimientos geométricos y astronómicos
Tales introdujo en Grecia conocimientos geométricos que había aprendido durante sus viajes a Egipto y Babilonia. Se le atribuye la demostración de varios teoremas fundamentales: que el diámetro divide al círculo en dos partes iguales, que los ángulos de la base de un triángulo isósceles son iguales, y el célebre teorema que lleva su nombre sobre las propiedades de los triángulos inscritos en semicírculos.
Sus observaciones astronómicas le permitieron determinar la duración exacta del año y establecer las estaciones. Utilizaba las constelaciones para la navegación, conocimiento que transmitió a los marinos griegos y que contribuyó significativamente al desarrollo del comercio marítimo de Mileto. También sostenía que la Tierra flotaba sobre el agua como un disco, explicación que, aunque errónea, representaba un intento racional de comprender la estabilidad terrestre.
Filosofía natural y animismo
Además de su teoría sobre el agua como principio fundamental, Tales desarrolló ideas sobre la naturaleza del alma y el movimiento. Observando las propiedades magnéticas de ciertos minerales y los fenómenos de atracción eléctrica del ámbar, concluyó que "todas las cosas están llenas de dioses" y que incluso los objetos aparentemente inertes poseían algún tipo de alma o principio vital.
Esta concepción animista, lejos de ser primitiva, reflejaba su intuición de que el universo constituía una unidad dinámica donde todo estaba interconectado. Su filosofía natural sentó las bases para el desarrollo posterior de la física, al buscar explicaciones causales para los fenómenos naturales sin recurrir a la intervención directa de divinidades antropomórficas.
Legado e influencia
Tales no dejó obras escritas, y sus ideas llegaron hasta nosotros a través de testimonios posteriores, especialmente de Aristóteles. Sin embargo, su influencia fue determinante para el desarrollo del pensamiento racional occidental. Al proponer que la naturaleza podía ser explicada mediante principios materiales accesibles a la razón, inauguró el método científico que caracterizaría la filosofía griega.
Reconocido como uno de los Siete Sabios de Grecia, Tales fundó la primera escuela filosófica de Occidente en Mileto, donde sus sucesores Anaximandro y Anaxímenes continuaron su búsqueda del principio fundamental de la realidad. Su ejemplo inspiró a generaciones posteriores de filósofos a investigar la naturaleza mediante la observación y el razonamiento, estableciendo los cimientos sobre los cuales se edificaría toda la ciencia occidental.