Parménides

Parménides de Elea (c. 515-450 a.C.) fue un filósofo presocrático de extraordinaria influencia, fundador de la escuela eleática y uno de los pensadores más profundos de la filosofía antigua. Su obra central, el poema "Sobre la naturaleza", estableció por primera vez la distinción fundamental entre el mundo de la apariencia y el de la realidad verdadera.

El poema filosófico

Parménides expresó su filosofía en forma de poema épico, siguiendo la tradición de los antiguos aedos griegos. La obra se divide en tres partes: el Proemio, donde describe un viaje místico guiado por una diosa; la Vía de la Verdad, que expone su doctrina del Ser; y la Vía de la Opinión, que analiza las creencias erróneas de los mortales.

Este formato poético no era mero artificio literario, sino una forma de expresar verdades que trascendían el lenguaje ordinario. La diosa que guía al filósofo representa la razón pura que revela la naturaleza verdadera de la realidad, más allá de las apariencias sensibles.

La doctrina del Ser

El núcleo de la filosofía parmenídea es la afirmación de que "el ser es y no puede no ser, el no-ser no es y no puede ser". Esta proposición aparentemente simple revolucionó el pensamiento occidental, estableciendo los principios lógicos fundamentales de identidad y no contradicción.

Según Parménides, el Ser verdadero es uno, eterno, inmutable, indivisible y perfecto. No puede haber nacimiento ni destrucción, porque implicaría que algo surge de la nada o se convierte en nada, lo cual es lógicamente imposible. El cambio y la multiplicidad son meras ilusiones sensoriales.

La crítica al cambio

Parménides desarrolló argumentos rigurosos contra la realidad del movimiento y el cambio. Si algo cambia, debe pasar de un estado a otro diferente, pero esto implicaría que "lo que es" se convierte en "lo que no es", violando el principio fundamental de que el no-ser es impensable e imposible.

Esta paradoja influyó profundamente en filósofos posteriores como Zenón de Elea, quien desarrolló las famosas paradojas del movimiento, y Platón, quien distinguió entre el mundo sensible cambiante y el mundo inteligible eterno de las Ideas.

Razón versus sentidos

Parménides estableció una oposición radical entre el conocimiento racional y la experiencia sensorial. Los sentidos nos muestran un mundo de cambio, multiplicidad y contradicción, pero la razón revela que la realidad verdadera es una, inmutable y eterna.

Esta epistemología racionalista influyó decisivamente en toda la filosofía posterior. Parménides fue el primero en confiar exclusivamente en la lógica para determinar la naturaleza de la realidad, independientemente de lo que sugieran los sentidos.

La vía de la opinión

En la segunda parte de su poema, Parménides presenta las creencias ordinarias de los mortales sobre el cosmos, aunque las considera erróneas. Describe un sistema cosmológico dualista basado en principios opuestos: luz y oscuridad, caliente y frío, denso y raro.

Esta sección no debe interpretarse como la doctrina propia del filósofo, sino como una exposición crítica de las opiniones comunes. Parménides muestra cómo los mortales, confiando en los sentidos, construyen sistemas cosmológicos complejos pero fundamentalmente ilusorios.

Influencia filosófica

El impacto de Parménides en la filosofía occidental fue enorme. Platón lo consideró el "gran Parménides" y estructuró su teoría de las Ideas en respuesta a los problemas planteados por el filósofo eleático. Aristóteles, aunque criticó sus conclusiones, reconoció la importancia fundamental de sus argumentos lógicos.

La distinción parmenídea entre apariencia y realidad, así como su confianza en la razón pura, se convirtió en un tema central de la metafísica occidental, influyendo en corrientes tan diversas como el platonismo, el racionalismo cartesiano y el idealismo alemán.