La Pirámide de Chichen-Itzá, o como serÃa más correcto llamarla, Templo de Kukulcán, es un monumento arquitectónico de la civilización maya, que sirvió como templo religioso dedicado al dios Kukulcán (conocido en otras zonas de mesoamérica como Quetzalcoatl). La ciudad de Chichen-Itzá fue fundada en el siglo VI d.C. por los mayas y la pirámide serÃa construÃda seis siglos después hacia el XII d.C., convirtiéndose en uno de los elementos más importantes de la ciudad.
En la actualidad, además, la ciudad de Chichen-Itzá está declarada como una de las "Nuevas 7 Maravillas del Mundo Contemporáneo" desde 2007, y la Unesco la declaró "Patrimonio de la Humanidad" en 1998.
Tiene un diseño piramidal en forma escalonada con nueve niveles, y en cada una de sus cuatro fachadas se puede apreciar una amplia escalera central. Sus dimensiones son de 30 metros de altura y 55,3 metros de ancho en la base, lo que la deja bastante lejos de otras construcciones piramidales gigantescas, como la Pirámide de Keops o la Pirámide del Sol. Sin embargo, ser el elemento principal de la ciudad de Chichen-Itzá, asà como sus elementos decorativos son los que hacen destacar al Templo de Kukulcán.
Al estar dedicada a Kukulcán es fácil apreciar elementos decorativos asociados con las serpientes. Además, los mayas la alinearon de tal forma que durante los solsticios y equinoccios se producen curiosos fenómenos de luz y sombra en el cuerpo de la pirámide. Estos fenómenos consisten básicamente, en que los dÃas exactos en que ocurre el solsticio de verano, durante el atardecer dos de sus fachadas se ven totalmente iluminadas por la luz del sol, mientras que las otras dos quedan en penumbra. En el solsticio de invierno se invierten las fachadas iluminadas por las de oscuridad y viceversa. Aparentemente los mayas construyeron la pirámide con la orientación adecuada, teniendo en cuenta este efecto, lo que demuestra una vez más sus exactos conocimientos y cálculos de arquitectura.
Otro efecto curioso, descubierto por la afluencia de turismo en el siglo XX, es que si se aplaude en posición frontal a la escalinata principal, se produce un efecto de eco extraño dando como resultado un sonido muy parecido al del canto de un ave llamado Quetzal. Está por demostrar que se construyera expresamente teniendo en cuenta este efecto, pero significarÃa un auténtico logro de la ingenierÃa maya, máxime cuando el templo está dedicado al equivalente de Quetzalcoatl.
También se encuentran referencias a ciertos calendarios utilizados por las mayas, como el Haab (agrÃcola) y el calendario sagrado Tzolkin.