Eran nueve diosas hijas de Zeus y de Mnemosine que protegÃan las artes, las ciencias y las letras. Nacieron en la cumbre del Piero pero moraron sucesivamente por dilicón, Beocia y en Macedonia.
Cada una de las nueve Musas estaba especializada en un tema diferente. CalÃope defendÃa la poesÃa heroica por lo que solÃa portar obras como la Odisea, la Iliada o la Eneida. ClÃo presidÃa la historia y se encargaba de poner de relieve las grandes hazañas del mundo. Melpómene inspiraba la tragedia e iba vestida como una sobria y gran actriz dramática con una maza que indica que la tragedia es un arte difÃcil que exige un Genio privilegiado y una imaginación vigorosa. TalÃa iba caracterizada de forma equivalente a un payaso de la actualidad pues era la musa de la comedia. Euturpe, siempre con su flauta, era, pues, la especializada en la música y se relacionaba mucho con TerpsÃcore, diosa de la danza. Erato inspiraba la poesÃa lÃrica y amorosa por lo que iba caracterizada como Eros en algunas ocasiones y con un laúd, instrumento que ella inventó y una corona de rosas y mirto en otras. Polimnia, en actitud pensativa, defendÃa la poesÃa sagrada. Por último, Urania, musa de la astronomÃa, iba acompañada de un globo terráqueo y de un compás para medirlo.
Debido a sus grandes capacidades hubo diversos intentos de dominarlas y recluirlas, o incluso, vencerlas en capacidad artÃstica. Lo primero fue intentado por Pireneo, rey de la Fócida, quien cuando Las Musas paseaban solas muy alejadas de sus moradas y en pleno vendaval les ofreció asilo y cuando éstas aceptaron, las encerró en su palacio. Sin embargo, antes de que el tirano pudiese consumar ninguna de sus fechorÃas, las nueve muchachas se proveyeron de alas y lograron escapar, provocando la muerte de Pireneo mientras las perseguÃa.
Por su parte, lo segundo fue intentado por las Piérides, hijas de Piero, rey de Macedonia que apostaron diversos territorios con las Musas a que serÃan mejores que ellas en el canto y la poesÃa. Las Piérides trataron sobre las luchas entre Zeus y los titanes pero sin ritmo, ni gracia, ni vida, ni concordancia. Las Musas, por su parte, trataron sobre el poder de Zeus y la desesperación de Démeter y en cuanto terminaron, las ninfas, que eran el jurado, le dieron la victoria. Entonces, las hijas de Piero se abalanzaron sobre las ganadoras pero al momento se convirtieron en urracas, conservando bajo esa forma su temperamento y charlatanerÃa.
Las Musas eran representadas como muchachas jóvenes, bellas y sencillas, sentadas todas juntas en cÃrculo bajo palmeras o laureles.