La gran Pirámide de Keops, es una de las siete maravillas del mundo antÃguo, junto a el Templo de Artemisa en Efeso (Grecia), la Estatua de Zeus en Olimpia (Grecia), el Mausoleo de Halicarnaso (Persia), El Coloso de Rodas (Grecia), el Gran Faro de AlejandrÃa (Grecia) y Los Jardines Colgantes (Babilonia). Y es la única que aún perdura.
Aunque al hablar de Las Pirámides de Giza como maravilla, o las Pirámides de Egipto, solemos referirnos a la Pirámide de Keops, la Pirámide de Kefren y la Pirámide de Micerinos, es sin duda, la de Keops, la más famosa y la que se queda con el tÃtulo de La Gran Pirámide de Egipto, no sólo por ser la más grande de todas, sino también por ser la primera de las tres en construirse y no ser superada nunca.
Fue construida durante el mandato de Jufu (o Keops según su nombre griego), de la cuarta dinastÃa en el siglo XXVI aC (se estima su finalización hacia el año 2570), para servirle como tumba, y fue la mayor de las pirámides construÃdas por la nación egipcia. De hecho, con sus más de 146 metros de altura original, se considera que fue el edificio más alto del mundo hasta entrado el siglo XIX, en el que sólo fue superada por La Torre Eiffel (ParÃs, Francia), y la Catedral de Colonia (Alemania).
Si bien, ha sido y es la más perdurable de todas las antÃguas maravillas, el contÃnuo desgaste por erosión en el desierto, como los posibles saqueos (se ha especulado, que probablemente el vértice superior tuviera un armazón de oro al construirse) y desastres que acabaron con muchas de sus capas de revestimiento de piedra caliza, han reducido considerablemente sus dimensiones originales, alcanzando actualmente una altura de 136 metros.
Ubicada en la meseta de Giza, se halla en la ribera izquierda del rio Nilo, y es la más septentrional de las que allà se encuentran.
El interior de la pirámide se compone de tres cámaras principales. Dos de ellas (Cámara del Rey y Cámara de la Reina), se encuentran en el interior de la estructura de la pirámide, y la tercera (Cámara del Caos), se situa en el subsuelo.
El acceso a las cámaras se realizaba desde el lado norte de la pirámide, por un pasaje que descendÃa, y se encontraba al final con otros dos pasadizos: la Gran GalerÃa , que finalmente daba acceso a la Cámara del Rey, y otro descendente que desembocaba en la Cámara del Caos.
La Cámara del Rey, construida con losas de granito y sin decoración alguna, contenÃa allà un sarcófago de granito, sin ningún tipo de inscripción, y fue depositado allà seguramente durante la construcción, dado que con sus dimensiones no podrÃa haber sido introducido por los pasajes.
La Cámara de la Reina, también está comunicada con la Gran GalerÃa, y tampoco está decorada conteniendo únicamente un nicho. En realidad, nunca se encontró una reina allÃ.
De cada Cámara Real, parten dos conductos inclinados, que actualmente se conocen como conductos de ventilación, aunque en realidad no se conoce cual era su función original. Entre las diferentes hipótesis o teorÃas que se han formulado al respecto, la que más impacto ha tenido es la del ingeniero Robert Bauval, quien señala que tanto los conductos de ventilación, como la situación de la pirámide con respecto a las otras de la meseta, apuntan y se distribuyen sobre el desierto de la misma manera que lo hacen las estrellas del cinturón de Orion. Según esta teorÃa, la constelación de Orion serÃa para los egipcios un equivalente al dios Osiris, y su cinturón serÃa el Duat, una especie de puerta o pasadizo hacia el Amenti, o Más Allá, facilitando asà el viaje del faraón.
La Cámara del Caos, excavada en el subsuelo, es accesible desde el primer pasaje de la pirámide, y también se comunica con la Gran GalerÃa, a través de un tunel casi vertical perforado en la roca.
Como ya se ha dicho, su altura original era de unos 146.61 metros, y la longitud de los cuatro lados de la base alcanza los 320 metros diferenciándose en apenas milÃmetros (N: 230.364 m, S: 230.365 m, E: 230.319 m, O: 230.342 m), reafirmándose asà las capacidades de los egipcios en geometrÃa, ingenierÃa y arquitectura.
Según Herodoto, que viajó a Egipto y estudió la pirámide hacia el año 450 aC, unos cien mil hombres trabajaron en la construcción, durante veinte años, y que al menos diez años se emplearon en la construcción de la calzada que servirÃa para el arrastre de los bloques.